Interrogando al Universo con Tijeras y Pegamento.
Para despedirnos, me gustaría dejarlos con parte de un escrito( traducción mia) de William Gibson. Este texto es de algún tiempo atrás, pero enteramente relevante hoy. Sus palabras de alguna manera resumen las actividades y posibilidades de un blog como este; un pequeño encuentro de tecnologías, viajes, opiniones y sobre todo de fuentes artísticas que fuimos descubriendo por el camino.
“Inmediatamente y para mi gran satisfacción, descubrí escritores como Allen Gingsberg, Jack Kerouac y Williams S. Burroughs-autor de algo llamado Naked Lunch, incrustado allí en toda su resplandeciente brillantes. Burroughs era el mas radical de los escritores que el mundo podía ofrecer en ese momento y en mi opinión aun sustenta ese titulo. Nada en mi opinión y en toda mi experiencia literaria desde entonces, ha sido tan remarcable para mi, nada ha tenido un efecto tan fuerte en el sentido de las posibilidades como escritor. Mas tarde tratando de entender este impacto, descubrí que Burroughs había incorporado pedacitos de texto de otros escritores en su propio texto y acción.-Mi profesor habría llamada a esto un plagio.
De las cosas que había pedio prestadas, habían tomado de la ciencia ficción de los años 40 y 50. El hacia lo que literalmente creía era comparable a la magia. Cuando le escuche describir sobre su proceso, los pelos del cuello se me levantaron, así de palpable era mi entusiasmo. Lo mismo con los experimentos de cintas de audio: un juguetito de Dios, fue como su amigo Brion Gysin llamaba a estas maquinas grabadoras de cinta y carrete. Lo que hacían con todas estas muestras, era interrogar al universo con tijeras y pegamento, esto no tenia nada de plagio.
Unos veinte años después cuando nuestros caminos finalmente se cruzaron, le pregunte a Burroughs, si ahora ya estaba escribiendo en un ordenador. ¿Para que quiero un Computador? Pregunto con evidente molestia. ¡Tengo una máquina de escribir!
Pero yo ya sabia que el procesador de palabras, también era uno de esos juguetitos de Dios. Las tijeras, el pegamento, al igual que Picasso, Duchamp y Godard, estaba todo eso construidos dentro de la tecnología, estaban siempre allí, en mi pantalla de la Apple IIic, con las cuales ahora compongo mi propia narrativa. Todo lo que escribí, instintivamente creí, era de algún modo un collage y cómo ultimo significado, datos adyasentes. Desde ese entonces continué explorando posibilidades en el llamado Cyberspace, donde de alguna manera mi narrativa se lleno de referencias, como un verdadero collage.
¿Quién es el dueño de las palabras? Pregunta un desapegado, pero persistente voz a través de casi todo el trabajo de Burroughs. ¿Quién es el propietario ahora? ¿Quien es el dueño de la música y del resto de nuestra cultura? Todos nosotros, aunque aun no lo sepamos-no todavía.”
“Inmediatamente y para mi gran satisfacción, descubrí escritores como Allen Gingsberg, Jack Kerouac y Williams S. Burroughs-autor de algo llamado Naked Lunch, incrustado allí en toda su resplandeciente brillantes. Burroughs era el mas radical de los escritores que el mundo podía ofrecer en ese momento y en mi opinión aun sustenta ese titulo. Nada en mi opinión y en toda mi experiencia literaria desde entonces, ha sido tan remarcable para mi, nada ha tenido un efecto tan fuerte en el sentido de las posibilidades como escritor. Mas tarde tratando de entender este impacto, descubrí que Burroughs había incorporado pedacitos de texto de otros escritores en su propio texto y acción.-Mi profesor habría llamada a esto un plagio.
De las cosas que había pedio prestadas, habían tomado de la ciencia ficción de los años 40 y 50. El hacia lo que literalmente creía era comparable a la magia. Cuando le escuche describir sobre su proceso, los pelos del cuello se me levantaron, así de palpable era mi entusiasmo. Lo mismo con los experimentos de cintas de audio: un juguetito de Dios, fue como su amigo Brion Gysin llamaba a estas maquinas grabadoras de cinta y carrete. Lo que hacían con todas estas muestras, era interrogar al universo con tijeras y pegamento, esto no tenia nada de plagio.
Unos veinte años después cuando nuestros caminos finalmente se cruzaron, le pregunte a Burroughs, si ahora ya estaba escribiendo en un ordenador. ¿Para que quiero un Computador? Pregunto con evidente molestia. ¡Tengo una máquina de escribir!
Pero yo ya sabia que el procesador de palabras, también era uno de esos juguetitos de Dios. Las tijeras, el pegamento, al igual que Picasso, Duchamp y Godard, estaba todo eso construidos dentro de la tecnología, estaban siempre allí, en mi pantalla de la Apple IIic, con las cuales ahora compongo mi propia narrativa. Todo lo que escribí, instintivamente creí, era de algún modo un collage y cómo ultimo significado, datos adyasentes. Desde ese entonces continué explorando posibilidades en el llamado Cyberspace, donde de alguna manera mi narrativa se lleno de referencias, como un verdadero collage.
¿Quién es el dueño de las palabras? Pregunta un desapegado, pero persistente voz a través de casi todo el trabajo de Burroughs. ¿Quién es el propietario ahora? ¿Quien es el dueño de la música y del resto de nuestra cultura? Todos nosotros, aunque aun no lo sepamos-no todavía.”
The End